Es efectivamente el nombre de un grupo de mariposas (hipsypile) y el de una princesa griega (Hipsípila) pero no hay relación mitológica conocida entre ellas, y al parecer su único vínculo es el nombre asignado por el entomólogo a estos insectos.
El porqué Darío las amalgama en su poema es metafórico: equipara el sufrimiento filial y maternal de la princesa con el de los insatisfechos en el Amor haciendo que los eventos desafortunados se conviertan en una especie de crisálida transformadora de la cual surge una nueva persona, más fortalecida quizás.
Rubén Darío perteneció al movimiento literario Modernista, donde eran frecuentes las referencias a temas orientales y griegos.
"Citando el poema: Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida. En el poema (edición mexicana de 1951, Los Titanes de la Poesía Univerdal) 'hipsipila' no lleva tilde."